LA COOPERACIÓN DE LOS CIUDADANOS EN EL CUIDADO DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS
La participación de la ciudadanía en el cuidado de los espacios públicos es un elemento esencial de la democracia. A diferencia del medio ambiente, éste es un invento de los seres humanos para interpretar y ordenar el medio donde se desarrollan en función del bien común.
En un sentido amplio, es la capacidad que tienen los ciudadanos de incidir directa o indirectamente en las decisiones de carácter público y así mismo, es un instrumento que permite ejercer la adecuada vigilancia y control de las políticas, programas, planes o proyectos de interés público y/o de los recursos que se asignan para la materialización de los mismos. Sin embargo, para evitar que se convierta en simple retórica, debe ejercerse de manera ordenada, sistemática, objetiva y con procedimientos que la hagan efectiva, dando la oportunidad de definir o redireccionar un proceso de solución de problemas.
El cuidar los espacios públicos es una tarea en conjunto e individual, pues si cada persona cuida el espacio en el que habita el resto de las personas hará lo mismo y así entre todos podremos mantener un ambiente sano y limpio para nuestra convivencia.
No es solo cuidar por cuidarlo, sino que aseguramos un espacio para las generaciones actuales y las futuras, pues les enseñamos valores que pueden ejercer dentro del hogar y en su entorno al exterior, dejando una huella positiva en los pequeños de que actos pequeños como cuidar donde vivimos da como resultado mejores espacios para vivir.