Visitar Manuel Doblado es dar un salto al entrañable México tradicional, es reencontrarse con la tranquilidad de un pequeño pueblo al pasear por sus bellos portales, plazas y jardines, es disfrutar de su inigualable gastronomía a través de sus sabores y aromas expuestos al calor de un buen fogón de leña, es caminar por sus coloridas calles y sentir la calidez de su gente.
Es despertar una mañana y percibir la serenidad que envuelven sus calles, es levantarte y descubrir el dinamismo de sus habitantes, dirigirte a la famosa calle Allende en el Centro Histórico e impregnarte de las hipnóticas fragancias que desprende un delicioso bolillo recién horneado, una exquisita chorreada, un aromático café de olla o unos imperdibles tacos de vapor.
En su Plaza Principal la historia se palpa a simple vista, la arquería que rodea al lugar ha sido fiel testigo de su pasado, al igual que su emblemática Parroquia de San Pedro Piedra Gorda, casa de dos invaluables tesoros, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con más de 300 años de antigüedad y el monumental reloj británico que data de 1860, mismo que corona la fachada de la antiquísima iglesia.